Dondequiera que haya gente, habrá mitos. Que levante la mano quien haya oído alguna vez frases como “Para marcar tableta hay que hacer más abdominales” o algo así como “Si una mujer hace pesas se pone muy voluminosa”. Afirmaciones convertidas en mito que lejos de ayudarnos a progresar, pueden interponerse en nuestros objetivos. Con este artículo queremos aclarar ciertas leyendas urbanas para que puedas sacarle más provecho a tu entrenamiento. ¡Allá vamos!

Para marcar y tonificar abdominales, hay que hacer ejercicios abdominales

Puede que la quema de grasa localizada sea uno de los mitos más extendidos en los gimnasios, y aunque ya nos gustaría, la grasa no se puede reducir de forma dirigida. Es decir, hacer una gran cantidad de abdominales no quemará la grasa de tu abdomen. El cuerpo humano almacena la grasa en diferentes partes del cuerpo en un orden, que está determinado mayormente por la genética: hay gente que almacena la grasa en sus muslos y otros en la región abdominal, por ejemplo. A la hora de quemar grasa, se aplica el mismo principio: tu cuerpo va a quemar la grasa en orden determinado, ya que todo el mundo tiene una composición genética diferente. En resumen, el ejercicio dirigido nunca afectará donde se pierde la grasa primero; la clave consiste en una combinación de ejercicio con una alimentación sana y equilibrada que te haga perder esa barrera que se interpone entre tus ojos y el abdomen de tus sueños. 

Si dejo de entrenar, el músculo se convertirá en grasa

El músculo y la grasa son dos sustancias completamente diferentes. El músculo no puede convertirse en grasa y la grasa no puede convertirse en músculo. Si una persona deja de levantar pesas, su peso corporal puede seguir siendo el mismo, mientras que sus porcentajes de músculo y grasa cambian (disminución de la masa muscular, ya que no se está utilizando, y un aumento de la grasa corporal, ya que debido a la disminución del músculo el cuerpo ya no es tan eficiente para quemar calorías). A menos que tengas algún tipo de poder oculto, no puedes convertir tu músculo en grasa. Si dejas de entrenar, el volumen del músculo disminuye (se atrofia), pero en ningún caso puede transformarse en tejido adiposo (grasa).  

Si una mujer hace entrenamiento con pesas, se verá grande y voluminosa 

Este es uno de los conceptos erróneos sobre el fitness más comunes, que persiste a pesar de la gran información que tenemos a nuestro alcance. ¿Por qué lo creemos? Entendemos por defecto que el entrenamiento con pesas es un medio solo para aumentar el tamaño de los músculos, en lugar de ayudar a tonificar o fortalecer. La realidad es que para las mujeres es extremadamente difícil acumular una gran cantidad de masa muscular magra: la ciencia prueba que las mujeres no tienen los mismos niveles de testosterona para desarrollar la misma cantidad de músculo que los hombres. Es imposible conseguir músculos voluminosos similares a los masculinos de manera natural (sin recurrir a la farmacología deportiva, que es dañina para la salud). Además, la construcción de músculo es resultado de un entrenamiento con pesas duro y a largo plazo, una nutrición adecuada y un exceso de calorías, ¡no ocurre de la noche a la mañana!

El cardio es la única forma de perder peso

No hay duda de que el ejercicio cardiovascular es importante para reducir la grasa corporal, pero solo por sí mismo no será el mejor método. La pérdida de peso se produce cuando se consumen menos calorías de las que el cuerpo necesita para mantener su estado actual, un déficit calórico que se puede conseguir tanto con el ejercicio aeróbico (cardio) como anaeróbico (entrenamiento con pesas). Para que nuestro cuerpo asimile mejor el entrenamiento tenemos que añadir rutinas de fuerza al ejercicio cardiovascular. El mejor plan sería un entrenamiento en el que se trabaje principalmente la fuerza en la primera parte y el cardio en la parte final. Otra muy buena opción son los entrenamientos de alta intensidad HIIT, en los que se combinan ambos tipos de entrenamientos. 

Las sesiones de entrenamiento ocupan una gran cantidad de tiempo

Seguramente también os suena la frase “No tengo tiempo para ir al gimnasio”. Pues bien, por lo general, se pueden obtener rendimientos considerables de entrenamiento en tres sesiones semanales de entre 30 y 60 minutos cada una. Mucha gente se pasa horas y horas en el gimnasio pensando que así conseguirán mejores resultados. En cambio, un entrenamiento corto e intenso puede ser igual de efectivo o más que uno de largo, que también acaba resultando agotador y provoca que al cuerpo le cueste recuperar como es debido. La clave de tu éxito está en seguir un buen plan de entrenamiento y ejecutar correctamente los ejercicios.