El entrenamiento funcional se ha convertido en tendencia en el mundo del fitness hoy en día. Las personas ya no quieren simplemente verse bien, también quieren poder moverse mejor, dentro y fuera del gimnasio. Y el entrenamiento funcional se enfoca precisamente en eso: mejorar tu fuerza y ​​​​acondicionamiento, y también tiene un efecto positivo en tu salud mental. En este artículo, os daremos una visión general de todo lo que necesitas saber sobre el entrenamiento funcional.

Un poco de historia

El entrenamiento funcional tiene sus raíces en la rehabilitación y la terapia física, y se ha desarrollado a lo largo de los años para convertirse en una forma popular de entrenamiento físico en todo el mundo.

En la década de 1920, el fisioterapeuta alemán, Karel Lewit, comenzó a desarrollar ejercicios que se centraban en la rehabilitación de las lesiones a través de patrones de movimiento naturales. Sus técnicas se centraron en la estabilización de la columna vertebral y el uso de movimientos globales en lugar de ejercicios de aislamiento.

En la década de 1980, el fisioterapeuta suizo, Susanne Klein-Vogelbach, desarrolló una técnica conocida como «terapia de la cadena cinética», que se centraba en el uso de ejercicios multiarticulares para mejorar la movilidad y la fuerza. Esta técnica también se enfocaba en la estabilización de la columna vertebral y en la prevención de lesiones.

En la década de 1990, Vern Gambetta, experto en preparación física y entrenamiento, comenzó a utilizar técnicas de entrenamiento funcional con atletas profesionales para mejorar su rendimiento deportivo. Gambetta se centró en la integración de movimientos compuestos en lugar de ejercicios analíticos, lo que se convirtió en la base del entrenamiento funcional moderno. A día de hoy, Gambetta es considerado por muchos el fundador del Entrenamiento Funcional.

¿Qué es el Entrenamiento Funcional?

El entrenamiento funcional es una forma de ejercicio que tiene como objetivo preparar a tu cuerpo para hacer frente a las tareas del día a día, como agacharse para recoger algo, mover objetos pesados, estirar los brazos para alcanzar algo, subir escaleras, cargar las bolsas de la compra. etc. Para ello, en lugar de aislar músculos individuales, el entrenamiento funcional se enfoca en los patrones de movimiento completos que utilizamos en la vida diaria. Esto significa que se utilizan ejercicios multiarticulares que involucran varios grupos musculares al mismo tiempo. Por ejemplo, en lugar de hacer extensiones de piernas en una máquina de gimnasio, se hacen sentadillas con peso libre que involucran no solo los cuádriceps, sino también los glúteos, isquiotibiales, los abdominales y la parte baja de la espalda. 

Además, el entrenamiento funcional se centra en la fuerza, la potencia, la resistencia, la coordinación y la flexibilidad del cuerpo mediante el uso de movimientos que imitan los patrones básicos del movimiento humano como caminar, correr, empujar, tirar, rotar, transportar, agacharse y levantar objetos. Algunos ejercicios que se realizan en el entrenamiento funcional incluyen sentadillas, zancadas, paseo del granjero, peso muerto, dominadas, flexiones, planchas, etc.

Es importante destacar que se utilizan ejercicios de peso libre para obligar a equilibrar y controlar objetos tal como tienes que hacerlo en la vida cotidiana. En una sesión de entrenamiento funcional efectiva se puede usar el propio peso corporal o equipo simple como barras, mancuernas, kettlebells, balones medicinales, bandas de resistencia, cuerdas, cajones pliométricos, sacos, etc. De esta manera, las fuerzas y estímulos que recibe el cuerpo son mucho más naturales que los vectores de fuerza modificados en las máquinas.

El entrenamiento funcional también se basa en movimientos que involucran múltiples planos de movimiento. La mayoría de los métodos de entrenamiento tradicionales ocurren en el plano sagital (adelante y atrás), pero para que haya un traslado a una mejor funcionalidad del mundo real, el entrenamiento funcional trabajan los tres: el plano sagital (adelante y atrás), el plano frontal (lado a lado) y el plano transversal (rotación). Esto mejora la capacidad del cuerpo para moverse en diferentes direcciones y planos de movimiento.

Por último, se puede realizar en series o como entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT), entrenamiento en circuito, trabajando por minutos (EMOM), o una combinación de todos ellos.

Beneficios del Entrenamiento Funcional

No importa cuál sea tu edad, si has estado inactivo durante un tiempo o si eres un atleta de alto rendimiento, los ejercicios funcionales pueden adaptarse a tus capacidades físicas y ofrecerte importantes beneficios para la salud:

  • Mejora la fuerza y la resistencia física, ya que utiliza varios grupos musculares al mismo tiempo.
  • Mejora la flexibilidad y la movilidad. El entrenamiento a través de patrones de movimiento asegura que tus articulaciones se muevan a través de un rango completo de movimiento y que desarrolles fuerza en un rango completo de movimiento. Esto es clave para mantener una función articular adecuada.
  • Mejora la postura corporal al trabajar los músculos abdominales y los erectores de columna, que ayudan a mantener la espalda en una posición erguida y sana.
  • Mejora la composición corporal favoreciendo la ganancia de músculo y la pérdida de grasa, siempre y cuando se combine con una alimentación adecuada que apoye este objetivo.
  • Es muy escalable y se puede adaptar a cualquier nivel de condición física modificando los ejercicios para hacerlos más fáciles o más difíciles según tus necesidades individuales.
  • Menor riesgo de lesiones, ya que al imitar los movimientos que se realizan en la vida cotidiana, es más probable que el cuerpo pueda resistir los factores estresantes. Además, el entrenamiento funcional fomenta la fuerza de los músculos y los ligamentos, que son las áreas que son altamente susceptibles a las lesiones.
  • Más salud y bienestar general. Todos estos beneficios se resumen en una mejor calidad de vida. Al mejorar la función general de tu cuerpo, aumentar la fuerza y ​​​​la resistencia muscular y desarrollar la estabilidad muscular y corporal, las actividades diarias se pueden completar con facilidad.

Como ves, el entrenamiento funcional busca mejorar la capacidad de tu cuerpo para trabajar como una unidad. Aprender cómo moverte correctamente, no solo te ayudará a prevenir lesiones, sino que también te dará una mejor calidad de vida. Solo tenemos un cuerpo, entonces, ¿por qué no hacer movimientos para tratarlo bien?